Vida cotidiana III


A finales de 1938 el país entero estaba desesperado para que finalizase tan angustiosa guerra. En nuestra ciudad, Alcoy, no pasó desapercibido ese pesimismo.
La escasez de víveres se iba agravando cada día más y el hambre se convirtió en el peor de los enemigos. Con los tres hospitales llenos de milicianos heridos, los refugiados y los propios ciudadanos, los alimentos escaseaban para todo el mundo. Cierto es, que primeramente se miraba por los más pequeños, sobre todo, por los exiliados que estaban repartidos por las escuelas que los albergaban. En noviembre, los ciudadanos de diversa ideología, ayudaron a los más desfavorecidos donando la cantidad de 106.023,03 pesetas. Pero la desesperación continuaba en la vida de los alcoyanos e hizo que varios bulos recorriesen la ciudad durante todo el año, obligando al Frente Popular Antifascista a pronunciarse para desmentir tales atrocidades en el mes de febrero de 1938:

“Los chismes de las cosas, las noticias calamitosas que se comentan en los corros de las calles o en las mesas del café tienen que cesar inmediatamente”. 

El aviso no tuvo el efecto esperado por el Frente que trataba de infundir ánimos para que no decayese la moral de la población. Pero con los bombardeos se agravó aún más con las escenas de terror y pánico vividas en los ataques, que hicieron más mella en los ánimos de los propios ciudadanos, desconociendo, que su sufrimiento solamente había hecho que empezar. A finales de 1938 y principios de 1939 la situación empezó a ser insostenible. Los chismes que circulaban de boca en boca eran de diversa índole. Desde que se iba a firmar la paz en una fecha determinada, hasta la existencia de un pacto entre el actual Gobierno Republicano y los sublevados. El miedo y la inseguridad alimentaron otro rumor: los italianos volverían a sobrevolar la ciudad para bombardearla de nuevo (hechos que se produjeron a finales de enero y principios de febrero). Esta era una forma de expresar el cansancio y el sufrimiento en las vidas de los ciudadanos en el tramo final de la guerra. Claudio y Miguel vivirán, como el resto de los habitantes, esta y otras situaciones durante toda la historia.

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