A la sombra de los Savoia II




Las sombras de los diez trimotores italianos oscurecen la ciudad con su fúnebre estruendo, para destruir una de las industrias republicanas más importantes del país.
En la calle se puede escuchar el rumor de los trimotores en la lejanía. Bajo los refugios, los ciudadanos temen que el ataque termine con la vida de algún familiar o destruya sus casas. Saben que están bien protegidos de los ataques nacionales, por el sobresfuerzo que han realizado la Junta Local de Defensa Pasiva y el Ayuntamiento. El uno de abril de 1938, se aprobó por unanimidad que se cediera la estructura metálica del castillo de fiestas para poder terminar los refugios. Además, desde el consistorio se aprobaron una serie de normas a seguir en caso de un ataque aéreo:

1º Al producirse cualquier llamada de alarma, deben todos los ciudadanos atenerse a ésta, sin averiguar si se trata de ensayos, y acudir a los refugios, sin precipitaciones, que sólo sirven para obstaculizar la normal entrada en los mismos y ocasionar atropellos lamentables de ancianos, mujeres y niños. Todo buen ciudadano, por deber de humanidad, debe ceder la preferencia a estos, para la entrada a los refugios, ya que en todo momento se obstruyen la entrada a los mismos.

2º En casos de alarma, las sirenas harán dos llamadas ininterrumpidas de un minuto cada una. Establecido por ese procedimiento el estado de alarma, éste no se terminará mientras no vuelvan a funcionar las sirenas de forma ondulada, o sea por el mismo procedimiento en que se dio por terminada la anterior alarma. Durante el estado de alarma, quedará instantáneamente interrumpido el tráfico por la población de cualquier clase de vehículos, encareciendo a las autoridades competentes y fuerzas armadas el más estricto cumplimiento de tal cometido. (Periódico Humanidad)

Estas normas se tuvieron que repetir una y otra vez para que no hubiese percances a las entradas de los refugios tras el comportamiento de los ciudadanos en los primeros bombardeos. Sin ser conscientes, dos de los personajes recorrerán las calles ignorando que los Savoia, lanzarán cerca de doscientas bombas sobre la ciudad.

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