Tendrán que conseguir el primer libro que publicó Pío Baroja en 1900 y que descansa sobre una de las doce librerías de la enorme biblioteca de don Alfonso Villegas. Claudio le confiesa a su amigo que no lo tiene nada claro al tratarse de un encargo muy arriesgado en el que pueden ser descubiertos fácilmente. Estudiarán decenas de formas para acceder a la biblioteca del empresario sin ser descubiertos por el personal de la casa. El mínimo descuido puede echar al traste todo el plan. A Claudio se le ocurre una de sus fantásticas ideas al mismo tiempo que teme por su compañero, que se encargará de introducirse en la biblioteca y encontrar la tan preciada obra de Baroja, “Vidas Sombrías”. Por las indicaciones que les dio Ferri, el libro es de color anaranjado, con el nombre del autor en la parte superior de la portada y su título en la parte central de la misma. El codiciado libro, ajeno a todos los sucesos, servirá de enlace entre muchos de los personajes de nuestra historia pasando de mano en mano hasta llegar al importante cliente de Jeremías Ferri.
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