La tienda de antigüedades



Los dos amigos siguen trabajando en su negocio con un ojo puesto en el avance de los frentes. El desarrollo de la guerra va mermando sus ventas debido a la situación económica de la ciudad.
Situada en la esquina de Pintor Casanova, en el cruce de Agustín Albors (en la actualidad Sant Blai), se encuentra la tienda de antigüedades que regentan Miguel y Claudio donde se ganan la vida vendiendo y comprando antiguallas. El pequeño local alberga todo tipo de artículos: paredes colmadas de relojes, una gran variedad de lámparas que desciende desde el techo, cientos de tomos que se amontonan en los estantes de las librerías y en sus mostradores, reposan a la espera de ser vendidos sobre el rozado terciopelo rojo, decenas de relojes de bolsillo y de muñeca, abrecartas desgastados por su uso y alguna que otra vieja joya. Dos gramófonos expuestos sobre una cómoda, en una parte, y tres radios colocadas minuciosamente sobre dos mesitas de noche, en la otra, completan los dos escaparates que asoman a ambas calles. En este local nuestros protagonistas vivirán la mayoría de los acontecimientos ocurridos en la ciudad y en nuestra trepidante historia.



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