Diego Espinola

Diego Espinola

 

Parece disfrutar de aquella escena. Sentado en el centro de la mesa gira la cabeza de un lado a otro observando el rostro de los dos únicos jugadores que han quedado. Alrededor de ellos, de pie, el resto de participantes siguen en silencio cada movimiento. Cada mirada. Diego Espinola ejerce como crupier y organizador de aquella timba ilegal. Suele lucrarse gracias a ello. Y de los préstamos cargados de intereses que les proporciona a los desafortunados. Se sonríe. Sabe que él, gane quien gane, tendrá un buen beneficio. Lo que no imagina es que cambiará el futuro de uno de sus jugadores: el de Antonio Ureña.

Los rostros de las fotografías están sacados de la web https://thispersondoesnotexist.com  y están realizados por Inteligencia Artificial. Cualquier coincidencia con la realidad, es mera casualidad



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