La inscripción

Carnet ficticio de Antonio Ureña


Antonio, camina detrás de Enrique calle abajo. El local de las Juventudes Libertarias está al final de Anselmo Aracil, casi al lado del puente del Paseo de Cervantes. Los dos han decidido alistarse en una nueva centuria que se va a organizar en la ciudad y que se anunció hace apenas unos días. Enrique parece estar muy ilusionado por marchar a cualquier frente para luchar por la libertad mientras que Antonio ha decidido apuntarse por otras razones que nadie conoce.

La puerta de las oficinas está abierta. Entran a la vivienda convertida en sede de la Federación Ibérica de las Juventudes Libertarias donde un joven les saluda amablemente y les pregunta si están allí para apuntarse en el batallón, indicándoles que deben de pasar a una de las oficinas que se encuentran en las pocas habitaciones de la vivienda.

Antonio empieza a dudar si enrolándose en la centuria será la manera más correcta de huir de la ciudad.

Comentarios