Punto muerto II



Despacho improvisado en el balcón de mi casa.

Cómo ya me ocurrió en la primera novela, también he tenido que poner punto muerto a la segunda parte de nuestra historia. Después de tener completados los esquemas y las tramas, al ponerme a escribir me di cuenta de que muchas cosas había que modificarlas. He incluido nuevos elementos para darle un poco más de vida a esta segunda parte. Os tengo que confesar, que el no poder salir y relacionarme con normalidad, me está frenando a la hora de escribir. Me consuela que ya nos queda poco tiempo de estar confinados y que, si somos respetuosos, podremos retomar nuestras vidas dentro de un par de meses. 

Otro aspecto en el que me he visto perjudicado ha sido el no poder visitar los emplazamientos que me quedaban y que ocupó el batallón. Seguramente en verano, o a finales de este, podré ir y así acabar de perfilar los escenarios y las escenas que me quedan pendientes. 

Espero que os encontréis bien y que en estas semanas empiece el final de esta peculiar guerra que nos ha tocado vivir y que tantas bajas, por desgracia, nos ha causado.

En muy poco tiempo empezaré a presentaros a los protagonistas de la historia. Para esta ocasión estoy preparando algo que, seguramente, os gustará. 

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