Avances en el frente II



Aunque la noche es gélida se pueden ver como parpadean las luces de la ciudad de Teruel detrás del cerro que ocupan los nacionales. El frío ha entumecido mis manos y casi no puedo sostener el lápiz entre mis dedos, pero así y todo consigo empezar a escribir la segunda parte de nuestra historia sobre las arrugadas hojas de mis cuadernos. Solamente me falta rematar los esquemas de los últimos dos, o tres capítulos y cuando lleguemos a Teruel espero tener más de la mitad de la novela escrita. Desconozco si llegaré a ver la ciudad de los amantes porque los rumores apuntan a que nuestro batallón seguramente se espere en el Mansueto para contener al ejército nacional. Espero que no se cumplan y podamos ver, por fin, la ciudad de Teruel.

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