Historias de La Columna de Hierro II

Foto de dos milicianos alcoyanos en Teruel (Foto de Bivia.info)

Siguiendo el hilo del post Historias de la Columna de Hierro, hoy me gustaría destacar uno de los enfrentamientos más sangrientos de este batallón contra las tropas nacionales.

La Columna se instaló en un viejo caserón destartalado en Sarrión. Según Elías Manzanera “solamente había un gran comedor con una mesa y un piano”.

Una mañana, los sorprendieron unas explosiones de artillería. “Los fascistas atacaban con fuego de ametralladora y fusil por el frente situado a la parte derecha del cementerio. Nosotros, con tres  ametralladoras respondimos sin pérdida de tiempo. La lucha se iba encarnizando por momentos, llegando en varias ocasiones a realizarse cuerpo a cuerpo”.

Manzanera manifiesta la resistencia de las tropas nacionales, pero alaba la labor de los más jóvenes “no cabe duda que los fascistas resistían bien, pero el ímpetu de nuestros jóvenes los arrollaba”. Al mediodía, quedaba una escasa resistencia del enemigo e  “inmediatamente avanzamos y los fascistas, al verse acorralados, iniciaron su retirada, comenzando su huida subiendo a los camiones con los que habían venido”. Destaca otra de las hazañas del alcoyano Rafael Martí, apodado Pancho Villa, “tan solo quedó una ametralladora disparando, pero el compañero Rafael Martí, dando un salto de león, se plantó delante de la ametralladora y la hizo callar” y añade que “la mano firme y segura del héroe cumplió su misión de manera espartana”. El balance de la batalla se saldó con 93 muertos por el bando nacional, y 7 fallecidos y 37 heridos por la Columna.

Pasaron algunas semanas en Sarrión con la desesperación de atacar Teruel, pero compañeros de Valencia pertenecientes al Comité de Defensa, les aconsejaron que se esperasen hasta que no más llegaran refuerzos. Se desplazaron hasta la Puebla de Valverde para ayudar en las trincheras de Puerto Escandón. Se instalaron en la Puebla donde “la Columna abastecía a todos los habitantes y, además, todo el que trabajaba para la Columna de Hierro cobraba 300 pesetas, que era lo que se cobraba desde el Comité de Guerra hasta el más joven de los combatientes”. En el pueblo se pusieron en “práctica las ideas anarquistas, llevándose a cabo los acuerdos adoptados en el Cuarto Congreso Nacional celebrado en 1936 en Zaragoza: la implantación del Comunismo Libertario, como modelo de vida social”.

La Columna de Hierro llegó a estar compuesta de unos 30.000 hombres que esperaron pacientemente la entrada a Teruel, defendiendo las posiciones de Puerto Escandón.

Datos extraídos del libro de Elías Manzanera, Documento histórico de la Columna de Hierro.




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