Las radios se convirtieron en un objeto indispensable
en la mayoría de las casas en época de guerra por ser uno de los medios, junto
a la prensa escrita, que informaba diariamente sobre el avance del
conflicto.
Ambos bandos alentaban a los ciudadanos con mensajes subliminales. Los más atrevidos bajaban la voz de sus receptores
para oír las emisoras del bando enemigo
y saber lo que, en verdad, estaba sucediendo. Las escuchas ilegales estaban penadas con cárcel y
muchos se jugaban su libertad por querer estar informados. Nuestros dos amigos
adquirirán una radio Pilot 125, uno de los últimos modelos que acababan de salir
al mercado y a éste se le denominaba Tombstone por su parecido a
las lápidas de las tumbas. Los dos socios la expondrán en la tienda de antigüedades para poder sacarle algún beneficio extra. Lo que no se imaginan es
cómo, este aparato, los conmocionará con una nefasta noticia.
Ambos bandos alentaban a los ciudadanos con mensajes subliminales.
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